Macbeth (1989) señala la necesidad
por la que se debiera de establecer dicha interacción y participación de las
familias en los centros educativos:
• Los padres son los
responsables de la educación de sus hijos ante la Ley, y si es en el seno
familiar, donde se da la mayor parte del proceso educativo, siendo los profesores
coeducadores de los hijos, entonces, debe pensarse en compatibilizar los aprendizajes
que se dan en la escuela con los que se adquieren en la familia. Por lo que se
aprecia la necesidad, de que los profesores partan de los aprendizajes familiares
para fomentar desde ellos, los aprendizajes escolares.
• Los profesores, además de
cumplir con sus funciones profesionales, tienen la responsabilidad de velar
para que los padres cumplan con sus obligaciones escolares y compensar, dentro
de sus posibilidades, las deficiencias derivadas de familias que actúan de
forma negligente.
• Por ultimo, al ser los
padres responsables de la educación de sus hijos/as, deben tomar parte en las
decisiones que se tomen sobre la organización y funcionamiento del centro a
través de sus representantes (AMPAs)
García-Bacete (2003), destaca
otras razones por la que la familia y la escuela deben colaborar:
• La implicación de las
familias en los procesos de enseñanza y aprendizaje repercute desviadamente en
el rendimiento escolar de sus hijos/as (Chirstenson, Rounds y Gorney, 1992;
Pérez, 2004).
• Los límites entre las
vivencias que se dan en el hogar y las experimentadas en la escuela no están
claros (Modelo Bronfenbrenner).
• Los estudios sobre las
escuelas eficaces, destacan que aquellos centros que ofrecen más apoyo a los
padres y también a sus hijos/as, alcanzan mejores resultados, y las propias
escuelas viven una mayor involucración de las familias en ellas. (Epstein, 1997;
Marchesi, 2004).
• Tras los cambios que acaecen
constantemente en la sociedad, hace que cada vez, haya menos recursos para que
las familias y las escuelas hagan frente a sus funciones educativas, y eso
genera que aún sea más necesario el trabajo cooperativo entre ambas instituciones.
(García-Bacete, 2006)
Es importante hacer consciente
al profesorado y a las familias, que si se da un trabajo colaborativo entre
ambas, se esta repercutiendo directamente al desarrollo positivo de la personalidad
de los niños y niñas, pero también de todos aquellos involucrados en el proceso
educativo (Hendersosn, 2002;
Martínez-González, 1996). Se incide favorablemente en el desarrollo de la
responsabilidad social, se mejora la calidad de las relaciones interpersonales
y se previene el fracaso escolar.
CONCLUSIONES:
La familia y la escuela son
los dos grandes agentes socializadores de los niños y niñas. Cada una presenta su propia
independencia en su forma de hacer y a la vez es responsable de desempeñar unas
acciones, con el objeto de favorecer el desarrollo armónico de los más
pequeños.
Ambas comparten algo muy
importante, y es que son las encargadas de facilitar que el desarrollo de los
niños y niñas sigan unos cauces propios a la realidad social en la que nos encontramos
inmersos. Por eso, se hace esencial que ante estas circunstancias los dos
agentes se complementen para dar respuesta a
las necesidades que parecen producirse en el contexto donde las familias se
encuentran sumergidas.
Se percibe la positividad de
que las familias formen parte del día a día de las escuelas, repercutiendo en
la obtención de buenos resultados académicos y en el desarrollo óptimo de los niños
y niñas.
Parece vislumbrase que las
Leyes Educativas apoyan la participación de los padres y madres
en la gestión de los centros
educativos, y por tanto en formar parte de la organización de la vida diaria
que sus hijos/as experimentan en los centros educativos.
Se destaca que la relación
familia - escuela, debe buscar canales de comunicación para
facilitar esa cooperación y
colaboración. Para ello, es importante partir de la especificidad de los roles
a seguir por cada uno de los agente, disminuyendo el recelo hacia la
intromisión de ambos en los papeles a desempeñar, tanto por parte de los
docentes como de los padres y madres.
Para facilitar la
participación, el papel de los profesores en esencial, ya que deben ser ellos
quienes inviten a las familias
a formar parte de su trabajo. Por tanto, los docentes deben mantener una
actitud abierta, cercana y colaborativa y no cabe duda, que por parte de los
padres y madres, la actitud a mostrar debe seguir los mismos cauces.
Se percibe la necesidad de
buscar espacios y momentos para favorecer el acercamiento y por tanto, la
colaboración y cooperación entre ambas instituciones educativas.
Y es bien claro, que aún queda
mucho camino que recorrer para intentar dar con los elementos que hagan
realidad que dicha colaboración, relación y compromiso por parte de las familias
y las escuelas sea una realidad.
FUENTES:
- http://extension.uned.es/archivos_publicos/webex_actividades/5385/repercusiones8.pdf
- https://www.google.es/search?q=FAMILIA+ESCUELA&tbm=isch&tbo=u&source=univ&sa=X&ei=-hdMU43BO8ad0AWDzIDgDA&ved=0CDAQsAQ&biw=1366&bih=624
No hay comentarios:
Publicar un comentario